Por qué eres así…
mi respetada amiga ajena,
me haces sufrir,
porque tu amistad vale la pena.
Sabes bien…
los encantos que tienes,
sabes también,
vestir como te conviene.
Y yo…
admirador de tu belleza,
solo pensamientos de deseo,
se me vienen a la cabeza.
Cada vez que te veo,
es una lucha interna,
entre mi gran respeto,
y mi interminable deseo.
Cómo hago…
para poder admirarte,
y para no faltarte,
Y guardarme lo que veo.
Solo se me ocurre,
felicitar a tu belleza,
y desearte un buen día,
respetada amiga mía.
© Saulo García Cabrera
https://www.amazon.com/Libros-Saulo-Garc%C3%ADa-Cabrera/s?rh=n%3A283155%2Cp_27%3ASaulo%2BGarc%25C3%25ADa%2BCabrera&language=es&fbclid=IwAR3sk3rUm7TBJBFaXm96uQrlKEkMmUHQHGFXUQ8K5aJ16y0W03d3PyoCdq4_aem_AUxZ7O0YfZvr6ZfPiSADNwBWHKjFf5ve63XWo7GFvvufPjlQz-IyODFCXvj_lP8Z2NYI11oH0SP09rAlN7k3N3pd