Hay días que duelen más que otros,
mirar por la ventana ese cielo
el que vemos juntos desde tu casa y la mía
a cientos de kilómetros, quizá a una vida.
Entre las nubes de llanto, de tristeza, de lejanía,
está el viento que lleva mi voz
alcanzando a lo lejos tu oído, llevando risas,
llanto, llevando un amor, estoy yendo por ti.