Marisma al Ocaso!
La marisma se viste de penumbra
el sol decae en pétalos de fuego
y en el espejo azul del turbio ruego
el agua guarda sombras que deslumbra.
π
La garza se diluye en fina alumbra
un cisne gris se pierde sin sosiego
y el barro calla, cómplice del juego
del paso que en la nada se vislumbra.
π
Oh sueño fugitivo del paisaje
el aire es transparencia que se quiebra
la brisa es un presagio que arde y huye.
π
En esta hondura, clara oscura hebra
la marisma se duerme en su lenguaje
y el tiempo, en su reflejo, se destruye.
π
Marisma al amanecer!
Amanece en la marisma
y el rocío es un espejo suspendido
que gotea secretos sobre el barro.
Los juncos despiertan temblando
cada tallo es una sílaba
cada gota, un presagio.
Un ave cruza lenta
y el aire se abre en círculos de oro.
El agua aún duerme
pero en su sueño palpita la promesa
de un sol que se derrama como vino nuevo.
Todo parece nacer por primera vez:
el cielo, el ala, la brisa
incluso mi memoria
que tiembla como un junco
al pronunciar tu nombre.
π