Los mismos pasos son irrepetibles,
como es irrepetible
la llegada del mar sobre las rocas,
la sonrisa del rayo de otra tarde
o el trino que cantaba ayer un pájaro
cerca de mi ventana;
irrepetibles son las fantasías
que entonces recreabas,
irrepetible aquel momento alegre
que te hizo tan feliz,
Todo es irrepetible,
singular, diferente...
¡y es tan maravilloso
volver a caminar por donde siempre,
con la mirada nueva.
Recorrer los caminos del pasado
y saber que la luz
no es la misma que entonces,
y que las flores nuevas
tienen otro color,
que las pisadas viejas
fueron desfiguradas por el tiempo!
¡… y es tan maravilloso
volver a caminar por donde siempre!