Antonia Ceada Acevedo

¡DÉJAME!

Déjame que en ti sea

un mínimo lugar que no te deje

pensar con la nostalgia

en aquellas labradas palabras

que te dejaron huérfano de sol.

 

Déjame que en ti sea

mar  al caer la noche

por atemperar tu sueño de hambre

con mis juveniles remedios

guareciendo, como siempre, tras los cristales.

 

Déjame que en ti sea

ese vino dulce sin tiempo

para beberte en vaso de carne y hueso

cuando sea necesario

cerrar la ventana.

 

Déjame que en ti sea

las alas que nunca te crecieron

porque la tristeza siempre fue mía

al aprender a perder  y superar

cuando se viven tantas circunstancias…

 

Déjame que en ti sea

una hormiga hermana

en este largo detenimiento

de mieles sin labios, ni lenguas

que lamer el alma…

 

Déjame que en ti sea

Un silencio más a mi lado.

 

 

 

ANTONIA CEADA ACEVEDO