No preguntes si te quiero
mucho menos cuánto te amo
porque temo responderte
y causarte mucho daño.
No preguntes si te pienso
al salir la hermosa luna
porque temo responderte
y perderme entre la bruma.
No preguntes si mi verso
es por ti muy amoroso
porque temo responderte
sin mirar fijo a tus ojos.
Nunca insistas, te lo pido,
en decirme que me extrañas
porque temo responderte
que aquí vives en el alma...