Allí donde las lágrimas
son permanentes,
donde los temores
envuelven los cuerpos.
Allí donde mueren
ancianos, hombres,
mujeres y niños,
allí donde el horror camina
sobre los escombros
de una ciudad destruida
por los odios,
allí debería alzarse
una simbólica muralla,
escrita con letras de sangre
de los inocentes
de Palestina e Israel,
con un gran cartel
que dijese:
¡Basta ya!
El Huagiro
Madrid, septiembre de 2025