Vuelvo a pensar en ti,
no sé realmente el porqué de este pensamiento.
Quiero decir, éramos tan distantes, separados por 520 sentimientos.
Cinco centenas de pensamientos que, en Altair bajo Vega en la recta de Deneb, tus ojos busqué.
Veinte unidades de sentimientos que claman, susurrando tu nombre.
No niego que sigo deseando, si tan solo el sonido de nuestras palabras no declinara por la distancia,
deseando que esas cinquecentoventi palabras no fueran afectadas por mis convenciones,
esperando que superaran mis valores.
Soñando que algún día mi pensamiento veintiuno,
compuesto en verso que expresa mi prosa,
te dijera cuánto te quiero.
Wo ai ni intenté decir,
pero confundiste esos sentimientos,
en 520 poemas que de números hablaban y que recuerdos dibujaban.
Quingenti viginti estrellas de noche vi;
520 estelas que hablaban sobre ti.
No pude evitar recordarte,
recordar el silencio.
Siempre tuve miedo de que ese silencio no fuera detenido por alguna expresión.
Ahora solo guardo el eco de tu risa,
el roce de tus manos en el amanecer.
Ofuscaba mi absurdo.
Ya ni siquiera me queda el aroma de tu piel, el viento lo robó.
520 fragmentos de ti en mi alma aún laten, soñando con un recuerdo más.
Distante…
distante ahora estás tú de mí,
distante y acompañada de tu silencio,
soñando con esos 520 sentimientos míos.