Ese lucero.
(Soneto)
Aquello que cegaba en la distancia,
que ofusca los caminos dónde el norte
quería conocer su luz y porte,
ansiando degustar pura elegancia.
Por fin ya alrededor mece fragancia,
irradia su esbeltez sin ningún corte,
deseo halagador que me transporte
su hermoso paraíso de abundancia.
Qué sigan reluciendo sus colores,
pernocte su sonrisa y simpatía
y esparza rimbombantes sus fulgores.
Quedó muy silenciada mi alegría,
sentir aquellos besos tan de amores
llegar de ese lucero que aturdía.
—JacNogales—
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
08/09/2025