josesotelo

Impacto

Perdí el control.

Aceleré tan fuerte que  fui a parar hacia el arcén.

Me dejé llevar por ésas curvas dibujadas en ése páramo perfecto iluminado por dos luceros indómitos

y no atendí las indicaciones

y aceleré sin pensar

y colisioné sin frenar

y mi corazón eclosionó

Se abrió como un capullo en primavera,

pero en un  invierno sin cuartel

y la flor que tenía brotando en el pecho se cerró entumecida de frío,

temblequeó de dolor y se guardó su perfume.