Jesús Ángel.

El arte de la liberación.

 

Porque la mayor prisión
no es la impuesta
 por la sociedad
o las circunstancias...

sino aquella
que uno mismo construye,
sin darse cuenta.

El pensamiento
 libre no solo es un refugio:
es una herramienta poderosa
contra la indiferencia y la manipulación:

Ante las inevitables
cargas de la vida:
los agentes tóxicos,
lo alterado, lo superficial.

Las incongruencias 
generalizadas,
la masa maleable,
la falsa necesidad, la codicia y la ambición.

Ante la invasión constante de
las redes sociales,
la prensa y la televisión,
que alimentan la confusión, y sepultan la claridad.

A través del pensamiento
libre: la firmeza,
la resistencia,
el paso diario
hacia la acción.

Mediante el principio infalible:
Pienso por mí mismo.
Digo y hago,
para evolucionar 
por y para bien, tanto como para con uno mismo, como para quienes lo merezcan.

Renovación constructiva,
enfrentamiento
y transformación...

Nada de estancarse,
nada de conformarse,
nada de toxicidad!

!Remando hacia adelante, 
sin dar pasos atrás!

Por eso, ¡más al conocimiento,
al ingenio,
a la profundidad espiritual,
y a claridad mental!

Tanto tiempo dedicó, a limpiar las semillas de su propio pensamiento, libre de influencias 
tóxicas tanto externas, como del interior, que no solo quedó liberado por ello
de sí mismo,
y de lo maleable del entorno...

sino que también, fue absorbido y esculpido por su 
propia determinación 
y condición.

Siendo por ello, uno más, en el arte de la liberación:

Indómito,
autodidacta,
persistente
y resistente como una roca, y por ello:

¡Inquebrantable!

¿Y tú?