Me bloqueé,
no puedo escribir.
Todo va tan rápido
que estoy olvidando qué me inspira.
No puedo escribir,
queriendo con ansias hacerlo;
simplemente hay mucho en mi cabeza
y, al final, nada.
Extraño mi conexión
con la palabra escrita,
pero sé que no funciona
como un sistema programado:
es más como un click
donde se enciende la luz,
se prende el foco,
se ilumina la vía.
Será un paisaje pintado
de azul, blanco y verde;
será un momento de contemplación
en la inmensa calma;
será mi cuerpo ardiente,
invadido por música
que rebosa de alegría.
O tal vez despertarme
y, a mi lado,
mis felinos listos
para contemplar un nuevo día.
O serás tú,
tú que me lees,
que resuenas con el ir y venir
de mis pensamientos.
No lo sé,
algo será.
En cualquier momento será:
un poema hermoso vendrá.