**“La Ladrona de Besos”**
Silente cruzo umbrales de tu sueño,
con pasos de caricia y de ternura,
mi alma es ladronzuela, sin armadura,
que roba lo prohibido por empeño.
Tus labios son mi mapa y mi diseño,
tesoro que me llama con dulzura,
y en cada beso hurto la locura
de amarte sin permiso ni desdeño.
No vengo con cadenas ni castigos,
sólo con la intención de ser abrigo
y robarte el suspiro más callado.
Si el mundo nos condena por pecado,
que arda en fuego el juicio y sus testigos:
yo soy la que te ama… y te ha robado.
Annabeth Aparicio de León
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