leo albanell

PARANOIA

El cuarto está tan oscuro que da miedo. No aguantaba el flagelo de la luz sobre mi frente

Tomé lo que quedaba en la copa y estrellé la ginebra contra esa persiana prisionera. Todos se reían y de alguna manera tambien envidiaban mi vida de camelleo. Mi joroba me rascaba entre las sabanas extrañando ese desierto en el que no importaba mi reflejo en los espejos. Pero las comadrejas indignadas con mi comportamiento me la juraron, si estaba abierto me juzgaban, si cerraba tejían conjeturas, no había salida.

Me lavè la cara y salí con estas ojeras demolidas y cabagué hasta que la luna fue gotita de licuid paper