Farandulero de corbata y poncho
Yo me fumo los versos de la Biblia
en la esquina de la piedra distraída temblé
desenvainé mi pluma en la hora del ocaso
sembré un verbo
desenterré otro
adjetivé un adjetivo
arranqué una coma
perfumé un punto y coma
Bajo la mística luna
como semilla de agua agridulce
vocifera mi oxidada garganta
para aquellos que marginan las palabras:
¡que los han timado!
que su voto sirvió para sobarle al destino
a la velocidad de una cascada
de las aves de rapiña
Y me cepillo los dientes con el brazo equivocado
en el camposanto de los bolsillos rotos
donde caen los cristos crucificados
cuando allá arriba las campanas de hierro
se disputan la carroña
La esperanza se resbala
cae enterrada entre los pétalos nauseabundos
hasta que otro salvador los resucita
y la historia vuelve a sentarse
en la misma hora
en otro tiempo
con otra gente
con la misma retórica
ajando verbos
conjugando la carroña
Y yo me fumo los versos de la Biblia
en la esquina de una piedra distraída
(Del poemario \"Silencio mojado\")