Cuerpo que arde en tu cuerpo,
beso que nace sobre otro beso,
tu mirada café es incendio,
es de mañana y despertamos cantando
junto al fuego.
Nos llama el tiempo a ocultarnos
a inventar un mundo secreto
donde los gestos son un himno
y las palabras, un idioma
que sólo nosotros comprendemos.
Deja que el amor te hiera
que te atraviese como daga de luz
porque en su herida está la cura
y en su dolor, la salvación.
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