El Cronista sin puerto

En la distancia de un sueño.

Muchas veces te he soñado,
y muchas veces he agarrado mi pluma
para dibujar tu risa en hojas gastadas,
para atrapar tu luz en tinta húmeda,
y aun así, nunca te encuentro del todo.

Hoy soñé que era tu cumpleaños,
y la arenilla crujía bajo mis pasos,
una mañana nublada me envolvía
como un humo suave que sabe a nostalgia.

No sé si estabas o solo existías
entre los pliegues de mi imaginación,
pero tu risa ligera danzaba
como faroles olvidados en un puerto sin nombre.

He escrito tu nombre en cafés vacíos,
en trenes que no llevan a ningún lugar,
en cuadernos que nadie leerá,
solo para sentir que existes cerca,
que tu luz cruza la distancia
y me deja respirar por un instante.

No busco abrazos ni promesas,
solo este juego de sueños y susurros,
esta complicidad silenciosa
que nos permite cruzar miradas
entre líneas invisibles
y suspiros que nadie escucha.

Hoy soñé que era tu cumpleaños,
y aunque no nos conozcamos del todo,
quiero que estas palabras te lleguen
como un farol en la arenilla,
un instante de calma
en la mañana nublada de un puerto sin su faro.

Feliz cumpleaños,
angelita de la guarda.