Me hundí con mis propias manos,
enfrento el infierno que yo mismo forjé..
Aunque pido mil perdones,
no puedo solo....
Caído,
desamparado..
me perdí en mi propio dolor...
No puedo ocultar que aún te amo,
si regresaras, todo podría cambiar,
¡Veneno!
maldito veneno de culpa y dolor...
¡Veneno!
me quema la sangre, me mata la voz...
Y aunque llore, aunque ruegue,
ya no hay perdón.
Desnudo de esperanza,
con tus risas grabadas en mi sombra.
Cada suspirode ti...
arde más que el fuego de mi propio error.
Descalzo en cenizas de nuestro amor...
un perdón que se disuelve en la garganta.
arde, quema por dentro,
corre lento, recordándome que te perdí.
Tu aroma invade mis sentidos...
aquel beso enciende mi ser..
aunque mis manos vacías estan,
con el destino sellado en mí..
.
Y descendió por mi garganta...
hasta la última gota de mi error.
Perdóname, amor..
pero este infierno debo pagar yo...
¡Veneno!
maldito veneno de culpa y dolor...
¡Veneno!
me quema la sangre, me mata la voz.
Y aunque regreses, aunque llores,
ya no hay perdón.