Hay una parte de mí
que se muere en silencio
aferrado al sentimiento del alma
que no entiende las palabras
por las que está doliendo el verso.
Hay una parte mí
que ya no gira en el tiempo,
que ha perdido la esperanza
que ya no cree en el mañana
y que ya no pretende llegar lejos.
Hay una parte de mí
que se ha perdido en el juego,
que busca en las huellas de la nada
mientras van cayendo las lágrimas
de su corazón que ya está ciego.
Y hay otra parte de mí
que se va callada con el viento,
se aleja con su sombra no humana
envuelta con un halo de nostalgia
y ¡es la parte de mí, que aún la está queriendo!