Gracias a mi Creador,
al Gran Dador de Vida,
mi alma está comprometida
a adorarle con amor;
agradezco al Salvador
su actitud comprometida,
esa condena vencida:
mi Divino Redentor;
eres la voz que me guía,
esa Divina Conciencia,
misericordia y perdón;
mi adorable compañía,
de este teatro esa esencia
que llevo en el corazón...