En tus ojos encuentro mi cielo,
un universo sin fin ni velo.
No eres jaula, ni cadena, ni prisión,
sino el viento que impulsa mi canción.
Tu amor no ata, sino que libera,
como el río que al mar se entrega.
Me das alas para volar sin temor,
y un faro para regresar a tu calor.
Eres la libertad que siempre soñé,
el espacio donde mi alma encontré.
A tu lado, soy quien quiero ser,
amándote libre, sin nada que temer.
En cada beso, una nueva aventura,
en cada abrazo, una dulce cura.
No te poseo, ni te quiero poseer,
solo amarte libre, una y otra vez.