Si la caída te quiebra,  
no es por derrota:  
el espíritu es libre,  
resurge y celebra.
Lo eterno es presente, si el alma es ardiente, sin lugar a la duda, firme y valiente.
 Ningún espíritu es vencido:  
resiste y renace.  
Ningún espíritu es vencido,  
si cree en lo que hace.
El alma guerrera, es fuego activo, fuerte y verdadera, resistente y constante.
Ningún espíritu es vencido:  
insiste y renace.  
Ningún espíritu es vencido,  
si cree en lo que hace.
Cincelado en roca viva, firme, inalterable, tallas y esculpes, tu espíritu imparable.
El alma no se quiebra  
ante las adversidades.  
Naciste hecho en fuego,                    tu espíritu vence edades.
Ningún espíritu es vencido:  
insiste y renace.  
Ningún espíritu es vencido,  
si cree en lo que hace.
 Tallado paso a paso,  
luchador incansable,  
la noche no te frenó:  
el dolor fue tu clave.
Ningún espíritu es vencido:  
insiste y renace.  
¡Jamás serás vencido,  
si crees en lo que haces!
El alma no se quiebra, ante las adversidades...
¡Jamás serás vencido, si crees en lo que haces!