Se ha perdido aquel saludo,
el \"buen día\" en la vereda,
ya la prisa nos enreda,
todo trato queda mudo.
El respeto está desnudo,
gobierna el “yo” desmedido,
cada gesto envejecido
muere en la pantalla fría;
la cortesía hoy sería
un fósil mal entendido.
Hablar suave es una ofensa,
escuchar, cosa de abuelos,
ya no hay tacto en los consuelos,
solo emojis se propensa.
La arrogancia se dispensa,
el cinismo se bendice,
soberbia es la que predice
la ternura está extirpada;
y la palabra educada
parece un crimen que dice.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025