He tratado de escribir y hablar de ella
Es ella quien habla en mi mente
Y debora a mis extensos silencios
Pobre del arena es, simplemente.
Había una espectativa a sus palabras
Disfrazada de órdenes, una voz cautiva
Señalando el rumbo de acciones
Que ya por ella existían
Ponderada, aguerrida, superlativa.
El vacío espaceo que antes era placer
Vuelto el cruel canto de la monotonía
Arena y viento se mezcla con el frío
Ah, cuánta falta de aquella voz sinfonía.