Paranoia XV
Sumándose el jurado, dijo claro:
—ya todo se ha resuelto con honores,
así que, mil disculpas mis señores,
ya vieron donde estaba el desamparo.
El hombre y buen cristiano, dijo: —¡raro!
Pero algo me confirman los factores.
Seguro pagarán por ser traidores
el juez y el fiscal con gran descaro.
También, aquel poeta habló: —¡Señor,
a ti te doy la vida y hasta la gloria,
por darme siempre a tiempo lo mejor!
Diré, siempre Señor, en mi memoria:
¡con gozo, te presento acá a mi amor,
y gracias por llevarme a la victoria!
Samuel Dixon