Abrázame con tu tierna sonrisa,
como esa rosa que nunca perece
ésa que con su presencia engrandece
el iris de tu mirada en la brisa.
Tu clara luz, mi espíritu divisa
un rayo de sol que llega apacible
con esa paz honesta que establece
tu verde pupila de herbal melisa.
Quiero tu amor al día recibir,
y abrir de par en par todas las puertas,
a ese ensueño que me hace revivir.
Con este ideal sabré conseguir
que todas esas historias abiertas
sean nuestro gran destino a seguir.
Autores: Nelaery y Salva Carrion