Javier Julián Enríquez

En el cenit del tiempo inextinguible

En el cenit del tiempo inextinguible,

do el astro regio su fulgor derrama,

cual fénix que renace de su llama,

se yergue sutil mi alma inmarcesible;

 

entre sombras, cual gesta indivisible,

la aurora su victoria ya proclama,

mientras el eco universal aclama

del ser humano el triunfo indefinible.

 

¡Oh tiempo inexorable que desgrana
momentos cual las olas en la arena,
vertiendo dulces néctares de gloria!

 

La luz del pensamiento soberana
rompe las sombras, vence toda pena:

de mi alma que se apaga es la victoria.