Una mueca que se tuerce,
no a mí favor,
Se graba en mi mente,
arrebatando lo que queda en mi interior.
Con una aversión creciente,
Tengo que minar el dolor,
Tomarlo para mí no complace,
Escala arrollando con furor.
Me obligas a mirar el resiliente horror,
El ardor es para tu deleite,
Regocijante en la inmundicia del escozor,
Plano en mi arcaico torrente.
Constante esplendor maldito.