gaspar jover polo

LLEGAR HASTA EL FONDO

LLEGAR HASTA EL FONDO

 

Para llegar hasta el patio
había que atravesar el amplio local
que quedaba a este lado de la barra,
pasar por en medio de las mesas
y atravesar también una puerta 
que daba acceso al patio grande y destartalado
y más o menos con forma de triángulo,
que contenía cajas de botellas vacías 
abandonadas a la intemperie y una enredadera
de flores intensamente moradas
que cubría la totalidad de uno de los muros
–una tapia descascarillada
sobre un piso irregular, de cemento,
crepuscular, sucia y descolorida–,
y que daba la impresión de un fogonazo 
sicodélico de color muy vivo (morado) contra las mentes inquietas
que buscan en todo momento,
más allá del bullicio de los jugadores de cartas,
y de la nostalgia y de los buenos y divertidos momentos,
y dan contra el muro que casi siempre queda al fondo,
o también en el interior de las grietas
y de los intersticios menos aireados.

 

Gaspar Jover Polo