Por mucho que tú lo quieras
el tiempo no retrocede,
el tiempo sigue su ruta,
el tiempo ya nunca vuelve
se va como pasa el viento
que solo al pasar, se siente.
El tiempo es de doble filo.
De niño, crecer tú quieres,
y creces con muchos sueños
que pese a que lo proyectes
no todo tal vez se cumple
y el tiempo más te envejece.
El tiempo deja sus marcas,
probablemente, recuerdes,
momentos que no se olvidan
que tienen sus parabienes;
y algunos, por ser muy tristes,
no son para que celebres.
Así se pinta la vida
y el tiempo lleva pinceles
que pintan la piel del cuerpo
según tú vives y creces
y así es que el tiempo atestigua
lo bueno y malo que atestes.
Del tiempo se dice mucho,
y con el tiempo se aprende
que la vida es pasajera
porque el tiempo te somete
abrazándote a la tierra
cuando te llega la muerte.
Pues vive feliz, sugiero,
antes que la muerte llegue
que en vano es la vil soberbia
y las iras, que se presten,
en las manos asesinas
que al final también… ¡se mueren!
«Romántico es lo que escribo.
No se cumple, pero entienden,
porque priman en la vida,
ambiciones y poderes».