Muerte al miedo (Soneto)
Si mato al miedo, surgen las tinieblas,
me envuelve con su sombra la agonía,
pues la sangre se me hiela todavía,
y rugen mis entrañas como fieras.
Mas miro el fuego, luz que nunca quiebras,
que abre en la noche túnel de agonía;
se alzan mis pasos, quiebran la porfía,
y en brasas se transforman sus cadenas.
El miedo es bestia ciega en su guarida,
se nutre de silencios y temores,
se oculta en los umbrales de la herida.
Lo enfrento con mi lanza en los albores,
lo venzo en su ceniza redimida
y hallo en la sombra intactos mis valores.