SIN IRME DE TI.
Te digo adiós sin irme de ti,
porque quedaste en mi vida,
esa vida mía… A la que morí,
pero que, en ti, fue redimida.
Sé que algún día volveré;
Quizá, te encuentre todavía,
porque lo que anhelo fue.
… Se hizo, sublime agonía.
Volveré un día, no sé cuándo,
ni de donde, ni qué momento,
cómo no sabe el viento, soplando,
sí avivará, un fuego ya menguando.
Volveré talvez, de una lejanía,
distancia ignota, que no visité,
ni tú… Estuviste presente.
Porque en mi alma te llevé,
cómo se lleva una pena,
que llora lo que no fue,
entre sentencia y condena.
Sabe que nunca te olvidé,
te lo devela mi evocación,
que cual vino… Que no libé,
has guardado en tu corazón.
Volveré seguro un día,
sin tener predicción
cómo no predice la agonía,
que tanto dolerá al corazón.
Y ese día, no sé si me amarás,
o quizás; Ya te sea indiferente,
pero aún no quieras, recordarás,
aquel primer beso vivo en tu frente.
Ese beso que rompió la amistad,
haciéndonos, cálidos amantes,
yo… Deseándote a saciedad,
tú… Beatificando mis instantes.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Guatemala, septiembre 2 del 2025.