17. El necio y el irreverente es un burlón
y no escucha el consejo;
desprecia el conocimiento y la corrección
que vienen del respeto al Señor.
18. ¿Acaso el oro no vale?
¿Acaso la plata pulida no es valuada?
Es el saber aún más precioso que esto:
saber que el amor es más valioso que todo.
19. La sabiduría del sabio lo hace relucir;
pero la ignorancia es distintivo del irreverente y el burlón.