Nazaret Muñoz

Poema del tiburón

Poema del tiburón

 

El azul del océano me llama

mi hogar, mi vida,

los atardeceres en la playa,

la lluvia que vuelve salvaje la marea.

 

En el oleaje que feroz se mueve,

la brisa marina que acaricia mi semblante

donde presiento la vida y la muerte,

donde nuestro destino se vuelve impredecible.

 

Los tiburones son tan salvajes como indomables

en ellos veo belleza y fragilidad,

esos que acechan y se esconden en los arrecifes,

cuando nadan en las aguas serenas.

 

Esos que parecen monstruos

hasta pequeños peces indefensos,

hijos del océano,

nadadores desempeñados.

 

Soy de oleaje y agua salada,

hija del mar,

cuando las olas me arrastran

bautizan mi alma.

 

El océano es una selva

donde habitan animales salvajes

de indescriptible belleza

que nadan con elegancia y astucia.

 

El mar es una madre protectora

en la profundidad de su seno

hay vida, hay abundancia,

inmensidad y peligro.