Vino a verme sin permiso
la musa, de los ancestros
hizo escala en mis adentros
sin preguntar, sin aviso
vino.. sin consentimiento.
Soy la musa de Quevedo
la que tuvo Garcilaso
la que inspiró a Machado,
a Neruda y a Homero,
vengo a verte porque fueron
ellos, quien lo mandaron.
He venido a preguntarte
si necesitas de mi
o si quieres que me quede,
si tienes para escribir
motivos que sean bastantes.
Me mandaron en tu busca
los poetas que se fueron
y traigo motivos nuevos,
que disipen esas dudas
para seguir escribiendo.
De momento, no son musas
lo que en mi noto la falta,
es mas bien que mis palabras
aunque quiero, no se ajustan
y a veces.. no dicen nada.
Necesito escribir
a un amor que sea sincero
al verdugo, al prisionero
al principio y a su fin
a la tierra, a los cielos.
Necesito sentimientos
que provoquen esas ganas
las estrellas, los luceros
los mares y las montañas
no me dan, eso que quiero.
¡Vete musa a los cerebros¡
que necesiten de ti,
que ahora mismo escribir
ni me nace ni lo siento
te equivocaste, al venir.
Me mandaron los ancestros
los poetas, ya perdidos
me dijeron a Francisco
con urgencia debes ir,
para que vea el camino.
Y aquí estoy, para ti
y traigo nuevos motivos
inspiración he traído,
y tus ganas de escribir
ellos, me lo han pedido.