Me cansé ya de escucharte
esos burdos argumentos
que en esencia no son ciertos
porque son un disparate.
Hoy también llegó la tarde
y no sé lo que tenemos
si el ocaso veo lejos,
y tan lejos como el valle.
Andas lejos como el sol
y también como la luna.
Tú confías en la bruma
aunque apague el resplandor;
y así mismo, son tus dudas,
porque ciertas nunca son.