Tejidos de viento, los rumores nacen,
en bocas que susurran falsedades,
historias torcidas que se deshacen,
en la verdad de mis realidades.
Como sombras danzan en la noche,
creciendo al amparo del silencio,
inventando un ser que no es mi broche,
un disfraz que niego con vehemencia.
Cada palabra es una daga afilada,
que hiere mi alma sin razón ni causa,
una mentira vilmente propagada,que busca enlodar mi esencia No soy el monstruo que pintan las lenguas,
ni el eco oscuro de un pasado incierto,
Cada paso que doy es cuestionado,
cada gesto, medido con temor,
soy juzgada antes de ser probada,
condenada sin haber sido autor. Dejaré que mis actos sean mi voz,
que mi bondad disipe la mentira,
y que el tiempo revele al fin la verdad
Así, la sombra inventada se irá,
desvanecida por la luz del ser,
y en su lugar, mi alma brillará,
mostrando al mundo quién soy, al fin, mujer.