Todo el caos y las guerras,
que suceden en el mundo,
es el resultado de dejar al alma en eternas esperas.
Eternas esperas que se componen de varias vidas,
vidas de idas y venidas,
dónde seguimos perdidos sin encontrar las salidas.
Nadie recuerda que el alma espera,
sanar y ser valorada,
para evolucionar de era.
Nos importa, todo lo físico y material,
todo lo visible a nuestros sentidos,
y olvidamos que lo etérico es fundamental.
El ser humano es 99% álmico,
y si le diera importancia al alma,
dejaría de vivir en un mundo kármico.
De pequeños nos conectan al sistema,
y eso es un gran problema,
porque nuestro ser se amolda a un estático esquema.
Esquema donde nadie te enseña a valorar el alma,
y sin darte cuenta,
al crecer perdemos la calma.
Hoy te invito a reflexionar,
que si una vida bella y pacífica quieres manifestar,
es importante que el alma empieces a sanar.
Las guerras que se manifiestan en el mundo,
son solo una proyección,
de la guerra interna que tenemos al vivir en un ignorar rotundo.
Rotundo ignorar de que el alma es el camino,
y la tenemos que sanar y valorar,
para cumplir en el planeta nuestro galáctico destino.
Destino destinado a despertar la conciencia colectiva,
enfocado a ayudar a la comunidad,
que mantiene al alma en nula importancia pasiva.
Si el mundo queremos cambiar,
importancia al alma hay que dar,
y una nueva realidad podremos manifestar.
Busca sanar tu alma,
ese es el verdadero camino,
para vivir en calma.