pasaba

Paloma albina.

En el cielo de plata, una paloma bebe agua,

otra busca miel, con un vuelo suave,

otras en el tejado, buscan su pareja fiel,

y una sola lo busca a él.

 

¡Ay, paloma albina, con tu plumaje nieve!

Paloma triste, en mi árbol se ha posado,

de sus muchos viajes, viene a descansar,

su  suspiro es leve.

 

Encaramada en una rama, la oigo arrullar,

con un canto suave, que me hace soñar,

al recorrer el mundo, parece agotada,

con un corazón cansado, de tanto dolor.

 

¿Qué tienes, dulce paloma, qué me vienes a contar?

He visitado el mundo, para llevar ramitas de paz,

pero todo lo que vi, me entristeció mucho,

vi caer bombas, niños destrozados,

vi cavar tumbas, y madres desesperadas,

hermanos que se desgarran, sin querer perdonar, orgullos e intereses por los hombres creados.

 

Lloró la paloma, que tiene el corazón roto,

con un llanto suave, que me hace sollozar,

para ellos, había recogido esas  ramas de olivo, verde esperanza que solo da la paz.

Su túnica inmaculada, de sangre estaba manchada,

y la bonita paloma, se puso a llorar,

en la tierra infértil, sus lágrimas cayeron,

y yo, conmovida, también supliqué la paz.

Ella recuperó el aliento, luego se marchó, dejando  en la tierra, profundo dolor,  y  un canto triste decía « la paz se busca  no se encuentra »

P Sabag