Juan Pablo Almeyda Liñán

Cuando tú no estás

Cuando el día llueve, lo vuelves brillante

cuando llegas es como siempre extrañarte

Llegas para cambiarlo todo para bien

Contigo puedo dormir y hasta ya soñarte

 

Solo eran un par de almohadas

Se convirtieron en comidas

Se convirtieron en noches desveladas

Y conversaciones sencillas

 

De miradas esquivas con admiración

A besos lascivos y caricias prohibidas

Carcajadas con silencios, con pasión

y electricidad en nuestras salidas

 

Y así pasan los segundos, minutos, horas y días tan rápido

Tan rápidos para ambos

Que extrañarte es estar en cámara lenta en este cuarto

Donde solo me quedan estrellas en el techo

Tus huellas en la ducha y tus labios en mi pecho.