Edward Carnby

Nostalgias de un poeta

Perdón si perdí la fe, fue instinto de supervivencia,

hay un punto donde sólo el odio sirve de anestesia.

Más allá de la inherencia entre el mundo y su decadencia

vive este escritor maldito haciendo de la poesía ciencia.

Ajeno a mi generación de robots faltos de conciencia,

aspiro más a trascender que a ser gerente en una agencia.

Entre desórdenes mentales, soy de los hardcore reales

de los que no tienen que gritar para sonar bestiales.

Tengo una mente girando con cien mil problemas dentro,

ardiendo, como la tierra y su centro.

Un hígado cansado por años de alcohol en ánfora

y una enfermedad verbal que me obliga a hablar en metáforas.