Tanto luchar por un amor siendo fuerte y vivo para que un día se tuviera que tomar la fría decisión de ahogarlo en las malas razones, hundirlo en los pésimos motivos de que siga latiendo, tragárselo hasta el fondo del olvido porque ya no se salva más.
El ego mutuo, la falta de empatía, la falta de respeto y la humillación entre los dos dio como resultado el asesinato de este sentimiento que no puede palpitar más.
Es el día, la noche en que muere por falta de tantas palabras bellas que al comienzo afloraron a diario, pero que al sol de hoy han acabado acribilladas por ese odio que a veces explota entre los dos.
Ya no hay más que fin y a una nueva vida separados el poeta de la amada de ellos, ya no hay más suspiros, sino enojos, ya no hay besos a la distancia ni un pobre abrazo antes de ir a dormir, ya… La distancia no es geográfica, es emocional porque un día comenzó a dañarse todo y el final fue la separación.
La poesía murió entre los dos, la música nunca pudo rescatar nada y todo ha sido enterrado en el olvido de un amor que fue, pero que ya hoy no es ni un pobre poema de amor.
Muere la vida, muerte al amor.
Septiembre 3. 2025.
Anna.
🥀