FRANCISCO CARRILLO

mi condena.

Y si es verdad que en orbe ajeno

vivo libre sin pedirlo

para que querer castigo

o soñar la libertad, si sigo preso.

 

Para que luchar vencido

si me encarcelan mis huesos

y sintiendo libre, pienso

que es mi cárcel mi destino.

 

Volverá a quebrar el alba

la sucia luz que me llega

a través de la ventana.

 

Será morada mi celda

mis penas, serán mi cama

y mi ilusión, mi condena.