Hernán Mejía Silva

EL CONTICINIO

Más allá de la belleza

del cielo azul eterno,

pasado el onírico desenfreno 

de una noche larga,

es que radica el momento

más bello que la inexplorada nada.

 

Cacofonía asignada,

pletórico de inspiración,

inexistente para la razón,

necesario para la vida…

 

Entre ausencias no hay salida,

se va encumbrando el alba

que guarda su propio grito,

ensordecedor al firmamento marchito.