En la tierra existe una frecuencia,
de ascención y sanación,
que nos permite limpiar nuestra álmica escencia.
Hemos olvidado por siglos nuestro origen estelar,
somos almas aprendiendo,
a sanar el olvidar.
Olvidamos que el verdadero trabajo que vinimos a realizar,
aquí en el planeta,
es el alma evolucionar.
Por décadas y siglos,
nos perdimos en la matrix,
matrix manipulada por los que mueven los hilos.
Hilos tecnológicos, bancarios y alimenticios,
que nos envuelven,
y nos hacen dependientes de varios cuantos vicios.
Pensamos que la vida,
es un ciclo y nada más,
un camino, una via, de una única salida.
Nacer, crecer, reproducir y morir,
es lo que en la escuela,
nos enseñan a pensar y sentir.
Sentimos que somos eso,
lo que nos dice el sistema, .
y vivimos destinados a cumplir ese único proceso.
Proceso que nos atrapa,
similar a prisión sin salida,
en donde nadie escapa.
Hay que despertar y escapar del sistema,
que nos hace pensar que:
nacer, crecer, reproducir y morir es el único esquema.
Esquema que consiste, en trabajar para comprar,
omitiendo que el alma existe,
y la tenemos que curar.
Esta nueva frecuencia planetaria,
se llama frecuencia áurica,
y es álmicamente indispensable y necesaria.
Necesaria para el alma sanar,
de errores de vidas pasadas,
que no nos permiten avanzar.
Errores de esta vida actual,
que bloquean y oscurecen,
nuestra realidad.
Todos los errores,
se convierten en carga karmática,
y si no los limpiamos manifestamos solo horrores.
Somos seres álmicos,
y atraemos a nuestra vida,
resultados dármicos o kármicos.
Nada es casualidad,
todo es perfecto,
tú corazón lo atrae y tú lo llamas realidad.
Pero si limpias tu alma,
con ayuda de la frecuencia áurica,
tu vida por completo volverá a vibrar en calma.
Recuerda que el origen de tu vida,
es tu mundo interior,
en el plano astral se diseña y es dirigida.
En el plano astral vibra tu alma,
y atrae hacia a tí lo que resuena contigo,
resultados de ansiedad o pura calma.
Cambia tu vibración y limpia tu karma,
y vas a ver claramente,
cómo tú estructura de vida se rearma.
Despierta y comprende,
que el sistema nos duerme y nos envuelve,
para que olvides que tú alma quema si la enciendes.
Quema guerras, quema oscuridad,
también juicios, injusticias y ansiedad,
que nos han desconectado de la profunda verdad.
Verdad de recordar que somos seres álmicos,
eternos, multidimensionales,
destinados a limpiar el alma de ciclos kármicos.
Pero si no limpiamos el alma,
seguiremos dando vueltas perdidos en este SAMSARA,
diseñado para que nos robe toda nuestra calma.