Oscar Albanecich

INEXISTENTE

Tu,

Mi amada inexistente

¿Dónde estás desnuda de este abrazo?

Acaso están  tus ojos

Habitando alguna risa

en horas estiradas como estalactitas

húmedas  cristalinas reverberantes

¿Dónde están surcando tibias tus caderas

en ángulo de susurros entre abiertos

a la explosión de vida y muerte arcana?

Anclarás algún día

translúcida de faz en mi torpe cabellera

No quiero buscarte

sólo  llega silenciosa y lenta

Ven como una ola que se extingue entre las rocas

Quiero que llegues

A instaurar el rito del café y tostadas

Sobre la piel sin causa

Tú,

La que ha de despertar la gema

con el halo sacro  de tus pechos

No temo que mis puntos cardinales

al despertar sean una piel que entibia mis razones

unos labios que dan curso a mis sueños de antaño

un cabello en pleamar inspirando los paisajes

manos y sonidos blandiendo puentes hacia el infinito.

Ven que añoro mirar tras los cristales de la primavera

y encontrarme tras la madrugada

bebiendo el néctar de la vida

entre tu paso y mi paso.