Se quedó sin estrellas la noche
y sin estrellas te fugaste en una...
Te soñaste y retocaste el rostro incierto,
mirando en el espejo, tu imagen obnubilada
con nombre anónimo y antigua luz velada...
Oscura\' zul infinita, la noche se quedó
sin vos y sin estrellas y sin trizas de brillo;
ha dormido el tiempo, esta noche...
Se quedó sin consciencia y sin lágrimas,
solo con un poco de viento (sacude las
ramas), solo con la inconsciencia de la
Luna, que agita los mares del silencio y
a media calle, con luz pálida del camino
de Otoño sopla como brisa sin sereno...
Se quedó sin estrellas la noche
y sin pájaros nocturnos y fugitivos,
batiendo alas, dirigiendo oscuridad
al desconsuelo; se quedó sin su pequeña
y lejana esperanza, la noche...
Se quedó la noche.
Hernán J. Moreyra