Bajo el rapto de la ilusión,
Creí poder revestir,
A tu coraza de dagas,
De mis besos altivos,
Alevosos y sitibundos...
Sobre una gentil caución,
Creí, verte desvestir,
Lejos, de sombras de hadas,
De fantasmales arribos,
Y de los cielos foribundos.
Ahora...
Iré a quemar nuestro guión,
Y, emergeré en el bruñir,
De las estrellas flameadas,
De mis avernos divinos,
Angelicales e inmundos.