Me desperté llorando,
y me acosté igual,
sentía que me faltaba algo,
y te soñé como tal,
pensé en llamarte a saber cómo estás,
pero dejé unos mensajes en el buzón,
y todos los ha visto ya,
que cruel eres,
hasta mi hermano pregunta: ¿en dónde estás?,
y no quiero decir aquí no volverás,
no me entra bocado,
y de solo tragar quiero vomitar,
no sonrió, no pronuncio palabra,
porque solo quiero llorar,
no quiero ir a trabajar,
porque al regresar tú no estás.