Salva Carrion

No hay mejor medicina

 

No hay mejor medicina

que los ojos del deseo,

que acrecen el apetito

compartido de dos latidos.

En la piel, en cada poro

se abre el punto preciso

donde el amor con un beso

emerge sobre el horizonte.

Lo supe al verte y sentirte

cuando nos saludamos

con un beso en la mejilla;

y al estremecerse mi interior

cuando besé tu sonrisa.